En muchos casos, los hijos solo tienen buena relación con uno de sus dos padres y se preguntan qué derechos tiene el sobreviviente cuando el otro fallece. En ABOGA2, especialistas en derecho sucesorio, hemos resumido un caso real que ilustra esta situación.
Un padre fallece y deja en su testamento a su esposa el usufructo vitalicio de todos sus bienes. Debido a la mala relación entre los hijos y la madre, no lograron llegar a un acuerdo, y el asunto terminó en los tribunales. La madre quería el usufructo vitalicio y la cuota viudal, mientras que los hijos solo aceptaban el usufructo vitalicio.
El Juzgado de Primera Instancia de Alcalá de Henares dio la razón a la madre, otorgándole tanto el usufructo vitalicio como la cuota viudal. Los hijos, confiando en sus abogados, apelaron ante la Audiencia Provincial de Madrid. Finalmente, esta dictó sentencia a favor de los hijos, considerando que el usufructo universal vitalicio engloba y absorbe la cuota viudal.
Es posible conseguir el usufructo vitalicio además la cuota viudal?
Tras el fallecimiento del padre, este dejó en testamento a su esposa el usufructo vitalicio de todos sus bienes y a sus hijos la nuda propiedad. Ambas partes intentaron llegar a un acuerdo sin éxito, y la madre demandó, queriendo además la cuota viudal.
El Juzgado de Primera Instancia de Alcalá de Henares dictó sentencia otorgando a la madre el usufructo vitalicio y la cuota viudal.
Los hijos apelaron la sentencia, argumentando que la cuota viudal es incompatible con el usufructo universal vitalicio. Este último, siendo más amplio, debería absorber la cuota viudal para evitar un enriquecimiento injusto de la viuda y perjudicar los derechos de los herederos.
La Audiencia Provincial de Madrid estimó en parte el recurso de apelación y determinó que el usufructo universal vitalicio engloba la cuota viudal.
Lo más destacable de esta sentencia implica que si el testamento otorga el usufructo universal a la esposa, los hijos tienen dos opciones: dejar el usufructo universal a la madre y ser propietarios de toda la herencia al fallecer esta, o recibir solo el tercio de legítima, dejando a la madre el pleno dominio del tercio de libre disposición. Si no se acepta el usufructo vitalicio, la esposa heredaría el tercio de libre disposición y mantendría su derecho a la cuota viudal. Por ello, el usufructo universal vitalicio, si se acepta, absorbe la cuota viudal, distribuyéndose su importe entre los descendientes.
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