En la realidad de las rupturas matrimoniales, no existe un modelo único a seguir. Cada pareja enfrenta la separación con sus propias emociones y circunstancias, lo que influirá en las decisiones que tomen. A menudo, se recurre al primer abogado disponible para resolver rápidamente el divorcio, lo que puede resultar en un convenio regulador genérico que, a largo plazo, puede ser costoso de mantener debido a errores o falta de personalización.
Un buen abogado dedicará tiempo a estudiar el caso de cada pareja y elaborará un convenio adaptado a sus necesidades específicas. El éxito del convenio no solo radica en su contenido, sino en su capacidad para ser cumplido y ejecutado. Aspectos como la custodia de los hijos, las cargas financieras y la vivienda familiar deben ser abordados minuciosamente para evitar problemas futuros.
Un caso ilustrativo es el de una clienta que inicialmente recurrió a un abogado que redactó un convenio regulador deficiente. A pesar de estar dispuesta a ceder su parte de la vivienda a su exmarido a cambio de que él asumiera la hipoteca, el convenio no especificaba la liberación de responsabilidad de la clienta respecto al préstamo, lo que resultó en complicaciones con el banco.
Consciente de que «lo barato sale caro», la clienta acudió a ABOGA2 en busca de un abogado especializado en derecho de familia. Buscaba no solo alcanzar acuerdos justos, sino también garantizar su ejecución sin contratiempos.
En resumen, dadas las emociones involucradas en los divorcios, es esencial contar con un abogado especializado y confiable que brinde asesoramiento sobre cada aspecto crucial, evitando posibles obstáculos y complicaciones futuras.
